¡Recupérate, mientras te perfumas!

Cuando te sientas acalorad@, especialmente en la época estival y a horas puntas, o durante las noches, cuando el bochorno se haga palpable e incómodo, perfúmate con alguna de nuestras brumas hidralotarepéuticas con agua de Rosa de Bulgaria. ¡Su acción hidratante, refrescante y purificadora, nos devuelve a la vida! 

¿Sabíais que son ideales después de un bailoteo? ¡Cómo se agradece un toque con purificador, perfumado y antibacteriano! Neutralizamos el sudor mientras nos ofrece acción antifatiga, antioxidante, especialmente encima del maquillaje… ¡En sociedad La Tertulia es ideal!

Por otro lado, cuando sientas un pico de estrés, un sofocón (mamis), o la contaminación medioambiental te produzca picor, e incluso sientas que los síntomas de la alergia se acentúan, sácalo del bolso inmediatamente y vaporízate por encima de la cabeza, respira 3 veces profundamente y benefíciate de su alivio aromaterapéutico. Te rescatan de estas situaciones incómodas gracias a sus principios hipotensiones (Relax), hipertensores fitoaromáticos (Resistencia) y refuerzan el sistema inmunitario (Valentía)

También las puedes utilizar como un perfume natural y ecológico delicado y respetuoso, apto para bebés (El Sueño) y para los niñ@s (Creatividad); están libres de aditivos, 0% parfum de síntesis, 0%Parabenos, 0%Phatlatos y les ofrecen protección ambiental biológica.

¡Atención hombres que sudáis mucho,  La Naturaleza, reguladora de la transpiración excesiva, puede ser vuestra aliada este verano! Para los más presumidos, comentaros que su acción tensora y antibacteriana os dejará una piel brillante, fresca y limpia, como si os hubiérais aplicado un serum, sólo que al ser natural, a demás os irá regulando el sebo y oleréis divino. 

Para finalizar, cuando sientas un rubor, rojez y o calor facial sin una causa explicable, usa Protección, respira profundamente y recupera el bienestar en cualquier momento de la vida cotidiana. 

¡Qué las disfrutéis y os ayuden a pasar un muy buen verano!

¡Gracias!

Mònica Fernández Morón